viernes, 25 de mayo de 2012

Hobbies, jobis u afisiones

Últimamente tengo 2 hobbies. Uno es las ofertas y otro las nuevas tecnologías. En la primera soy un máster, el amo, un pro... Yo sé dónde mirar según qué cosas y qué se puede comprar y que no. Y no revelaré mis fuentes. Yo tengo vestidos de 600€ a 30€ y tetra bricks de leche gratis por comprar de 10 a 11 online en una oferta del súper. Me encanta. En el otro hobbie soy un quiero y no puedo, un wannabe. Una velilla. Lo intento, pero me supera. Cuando me quiero enterar de qué va la película, ya estoy obsoleta. Y entonces, llegados a este punto, imaginen la situación. Niño 1 en el sofá con mi móvil bloqueándome la contraseña del facebook mientras ve vídeos de Inazuma Eleven a volumen 9 sobre 10 en youtube. Niño 2 en el sofá tomándose la lechita para dormir en un bibe que le doy con la cara interna del codo mientras se da patadas con su hermano. Niña 3 en el sofá posicionada entre el respaldo y mi espalda amarrada a mi cuello como un collar, mientras se da patadas con sus hermanos. Niño 4 en mi regazo mamando, recibiendo varias patadas. Pero no se lo imaginen como una imagen estática, sino como un gif, con animación. De camino, en mi empanada mental, y como tenía poco, decido agarrar el ipad y comprar por internet una oferta de sartenes. Tengo varias aplicaciones bajadas, contraseñas guardadas y programas autoejecutables. Porque me creo que me lo sé y que soy una artista. Tengo mi paypal asociado a esto y a aquello para ir más rápido. Porque yo lo valgo. Atajo aquí, atajo alllá, me dispongo a comprarme un pack de 3 sartenes, le doy a que sí, a que paypal sí, no me den patadas, cuidado con el bebé, estás llenando el sofá de leche de bibe, como me vuelvas a dar a mí te la ganas, sí, paypal, unidades 34, sí, pagar!!!... Mierda...34 unidades de 3 sartenes. Acabo de comprar 34 unidades. Les mato, les voy a dar un cogotazo por cada sartén que me han hecho comprar. Va a cobrar hasta el bebé y hasta el mari por engendrarlos. Me cago en todo lo que se menea. Entre estas maldiciones estaba yo, chocada obviamente pensando qué cohones hacer con 102 sartenes, cuándo recibo un siempre odioso mensaje que en esta ocasión fue como un coro de ángeles: Out of stock. Menos mal. La virgen, qué susto. Todos castigados hasta el 2018 por lo menos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenisimo!!! Aqui leyendo tu blog que paso la Pili, con mi N3 en brazos enredandome el pelo y con mi N2 preguntandome que de que me estoy riendo!!!!
Un beso
Soy Alicia, por cierto

Superiri dijo...

Aliiii!! Muchos besos;)