jueves, 31 de mayo de 2012

Los que se van

Hay días que te gustaría que nunca llegaran. El última día de vacaciones. El día de un examen. El día que viene de visita el pelma del curro a tu casa. También están los días que te gustaría borrar. Cuando te caíste de una silla en público. Cuando te cagó una paloma en la cabeza por no cruzar de acera. Cuando le dijiste eso tan inapropiado al jefe. Luego están los días de los que te bajarías para montarte en otros. En medio de un atasco de un día de perros. Cuando tienes migraña. Cuando tu equipo pierde y todos se burlan por ello. Y están los días en los que se va la gente. No los queremos vivir porque queremos que los que se van, los vivan, pero son los que no van a poder. Son días que no quisieras que llegaran, ni que hubiesen pasado ni estar en presente. Son días largos. De sueños rotos y de cansancio en el alma. Días de decir adios entre lágrimas. Días en los que nada te reconforta. Días de por qué sin respuesta. Cuando el día se hace pasado se recuerda con un pellizco en el estómago. Pero como en todo, hay belleza si la buscas y te acomoda el corazón. En el día más duro de mi vida también hacía sol y olía a flores de primavera y una abalancha de amor me inundó hasta la noche. Y ese día también es de los más bonitos de mi vida. Se van las personas pero te das cuenta de que el cariño sembrado es inagotable.
Dedicado a los que se fueron, hace muy poco y demasiado pronto.

1 comentario:

RMaria dijo...

Precioso regalo. Un besote. :))