jueves, 26 de abril de 2012

El fúmbol

A mí me gustaba el fútbol bastante. Sabía la alineación de varios equipos de primera, podía definir un fuera de juego e incluso hacía bromas sobre Secretario y su internacionalidad. Veía los partidos los sábados y domingos con mi novio y vivía con pipas, nervios y cervezas los grandes clásicos. Luego empecé a madurar, a sufrir para ganar dinero y a no tener tiempo para ver la tele. Y a envenenarme. Ahora me toca soberanamente los bajos las perras que estos tipos ganan a costa de nosotros que los vemos, el dinero que se mueve alrededor, lo que le deben a hacienda, que somos todos, y las pollabobadas de discusiones que nos tenemos con el Messi y el Cristiano, y la hiperrequetecopa, que van a ver los 2 desde su casa. Coooño tanto que ganan y lo poco que trabajan y una aquí rompiéndose los cuernos para que me vuelvan a bajar el 5% del sueldo que ya me habían bajado un 7% con las nosecuántas horas que le debo a la seguridad social para ahorrar en sustitutos. ¿Que si me preocupa que el Barca se haya quedado y el Madrid no haya pasado? Mi preocupación es inversamente proporcional a los lejos que se encuentra el penalty de Ramos. Madridista, pero cada vez menos futbolera

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