miércoles, 18 de abril de 2012

IN-volución

Esta mañana me miré en el espejo. Me costó reconocerme, no se crean... Me quedé pensando que con tantos avances como hay nadie haya inventado todavía algo que actúe de verdad contra las ojeras. Que en mi caso, no son ojeras, son 2 enormes círculos como los de los osos panda que rodean toda mi cuenca orbitaria del color azul morado noche oscura, que le resaltan estupendamente a mi tez cetrina amarilla verdosa color pus que me gasto los últimos días. Pero eso ya lo sabía, así que no le dediqué a este autocompadecimiento mucho más tiempo y me dediqué a compadecerme de las manchas que se me han quedado en el careto tras los últimos 2 embarazos. Que si pecas en la nariz, que si más lunares, que si una raya en la frente que parece un hachazo, que si una sombra en el labio superior que parece que me gasto un bigote... Espera un momento, no puede ser...No es una mancha. Es un...BIGOTE!!! ¡¡ No sé cuántos mil años de evolución que casi hemos perdido meñiques y molares y ¿todavía andamos con esta mierda?!! Pero bueno no me lo puedo creer. ¿Y cuánto tiempo llevo yo con las hormonas revolucionadas que me estoy convirtiendo en mi marido sin darme cuenta? Le he preguntado a mi hijo Mr Morrison (el número 2) si sabía que tenía bigote y me ha dicho que sí. Para terminar de hundirme me ha dicho que también tengo pelos en las piernas. Mi cara ha debido ser un poema porque después me ha dicho que me quiere y me ha dado un beso y me ha reconocido que mi bigote no pincha. Bueno, siendo así, me quedo mucho más tranquila.

2 comentarios:

mari cruz dijo...

No te preocupes superiri que todas hemos tenido bigote en algún momento, jeje..solo hay que tener a alguien sicero cerca, y luego atacarle (al bigote me refiero).

Superiri dijo...

Alguien sincero y un mercadona para comprar las tiritas de cera... Jajaj... Mañana mismo voy